lunes, 26 de octubre de 2009

EL MAPA DEL DESASTRE ELÉCTRICO: CASI 2 MILLONES DE VENEZOLANOS CONECTADOS ILEGALMENTE A LOS POSTES DE ELECTRICIDAD...

En la IV República fue cuando hubo la mejor y mayor planificación y ejecución del sistema eléctrico nacional...
La clase media paga, a través de tarifas escandalosas, la energía de todos aquellos que no pagan.
Señor presidente: a mayor consumo mayor producción (y mayor empleo y mejor nivel de vida del pueblo) y menos pobreza

Por: Jesús Seguías
seguias1@gmail.com
Periodista


Habló el presidente Chávez. Admitió parte de la responsabilidad del desastre eléctrico nacional, y prometió una urgente batalla para enfrentarla. Nunca es tarde cuando la dicha es buena. Llegó la hora de ponerle el cascabel al gato, y de dar la batalla correcta.

Sin embargo, hay que decir que las excusas gubernamentales a ésta crisis eléctrica han estado marcadas por verdades, medias verdades y mentiras.


Verdades

La primera verdad: El sector eléctrico de Venezuela padece graves desajustes desde hace décadas (especialmente los últimos 15 años). CADAFE, la más grande distribuidora de energía del país, y la segunda mayor productora, siempre ha sido un monstruo de mil cabezas que no permite generar resultados efectivos. La burocracia, las corruptelas y los intereses creados, la han hecho lenta e ingobernable. Sus problemas organizacionales son tan graves como los financieros.

La segunda verdad: Gracias a los planes sociales del gobierno y al gasto público se incrementó el consumo de electricidad.

La tercera verdad: Los venezolanos somos campeones en el derroche de electricidad.

Mentiras

Pero partiendo de esta última verdad, el presidente Chávez concluye en algo incierto: El despilfarro es el resultado del “enajenante consumismo capitalista”. Señor presidente: a mayor consumo mayor producción (y mayor empleo y mejor nivel de vida del pueblo) y menos pobreza. Su campaña contra el consumismo es la misma que desarrollaron los chinos hace 40 años con la “austeridad socialista” ¿Resultado? Se destruyó el aparato productivo y también a los empleos y entraron en las tinieblas de la pobreza extrema. Hoy los chinos están haciendo todo lo contrario. ¿Resultado? En 10 años serán la mayor potencia económica del mundo. Sencillo ¿no?

Otra mentira: “La culpa es de la Cuarta República”. Recordamos que esa “Cuarta República” no gobierna desde hace 15 años, pero fue durante aquella gestión cuando hubo la mejor y mayor planificación y ejecución del sistema eléctrico nacional. Las pruebas son contundentes.
¿Quién paga la cuenta?

Los grandes países capitalistas del mundo (y la mayoría de los pequeños también) ahorran muchísima más energía que los venezolanos. ¿La razón? Ellos pagan una fortuna por su servicio eléctrico. En Venezuela, las tarifas eléctricas están diseñadas de manera injusta. La clase media paga, a través de tarifas escandalosas, la energía de todos aquellos que no pagan. Pero al mismo tiempo, una buena parte de la población es liberada de la responsabilidad de pagar los recibos de electricidad. La demagogia política se hace presente como siempre. Peor aún, existen casi dos millones de hogares venezolanos conectados ilegalmente a los postes de electricidad.


Su decisión, señor presidente, de mantener congeladas las tarifas eléctricas y de no sancionar tanto al “pueblo” que no paga la “luz” como a las empresas básicas de Guayana que tienen deudas gigantescas con EDELCA, es una de las razones fundamentales por las cuales las empresas eléctricas venezolanas están colapsadas financiera y operativamente. No tienen recursos para ampliar la producción y la transmisión (la red troncal que transporta la energía de Guayana al resto del país está colapsada, no pasa un kilovatio más), para el mantenimiento e incremento de las redes de distribución, la reposición o incremento de los transformadores, mejoras salariales a los trabajadores y mejores condiciones de trabajo ¿Resultado?

El colapso que usted acaba de descubrir.

Pero lo más grave es que ahora nadie paga la cuenta. El gobierno no asumió el déficit que surgió de sus mismas políticas y estrategias eléctricas (como debía ser). La inversión eléctrica se desvió más bien a Cuba, Bolivia y Nicaragua ¿Consecuencia? El caos que ahora sí le preocupa al presidente.

Un error mortal

Presidente, la misión fundamental de las empresas eléctricas es generar energía, transportarla y distribuirla con la mayor efectividad posible. Eso nada tiene que ver con ideologías ni con el PSUV ¿Usted quiere incorporar a los trabajadores a la toma de decisiones? Excelente. Total, eso es lo que están haciendo las empresas capitalistas más exitosas del siglo XXI.

Los comisarios políticos de las empresas eléctricas están destrozando la salud organizacional de las mismas, están destruyendo el profesionalismo y la motivación que debe imperar para generar resultados, justamente los resultados que usted reclama hoy con urgencia. Si no me equivoco, el verdadero socialismo respeta la libertad de escogencia de los seres humanos.

Señor Presidente, tiene prohibido equivocarse.