jueves, 10 de septiembre de 2009

LA REVOLUCIÓN DEL SIGLO XXI SÓLO ME HA TRAÍDO LÁGRIMAS Y MUCHOS ATROPELLOS LABORALES...




En la medida que mi estado de ánimo, la salud de mi mamá de 73 años y de mi hija adolescente, la incertidumbre laboral y económica me lo permitan, mi estimado Hugo Chávez, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, le voy a escribir públicamente en la gran autopista de Internet, como ciudadana y periodista que no depende de ningún grupo editorial empresarial.

No soy amiga personal de Alberto Federico Ravell ni de los dueños de RCTV Internacional, pero si soy amiga de bastantes periodistas tanto de la oposición como del oficialismo.

Soy 100 por ciento gremialista. Y creo que los cargos de los periodistas-periodistas en el sector público y privado, deben estar ocupados por periodistas egresados de alguna Universidad del país. De la misma manera, que los periodistas no podemos ser Consultores Jurídicos de ninguna parte.

Vivo en un sector popular de Caracas, en el cual la delincuencia hace lo que le dá la gana al igual que en todo el país. Hago mercado de vez en cuando y de a poquito. Sufro diariamente los empujones y el mal servicio del Metro de Caracas.

Voy a los hospitales públicos, así no sirvan y los exámenes médicos me los remitan luego para una clínica privada, que muchas veces no puedo cubrir, al igual que miles de venezolanos.


He sido víctima de la delincuencia desbordada del país, todavía camino y duermo con dolor, luego de dos años de un violento atraco frustrado de dos motorizados el 3 de agosto de 2007 entre San Bernardino y La Candelaria. Mi mama y mi hija adolescente también han sido asaltadas en los últimos 3 años. En lo que vá de año en Caracas, han sido asesinados más de un centenar de menores e edad. En fín tengo mucho que decirle o recordarle.

Ambos nacimos en la dictadura de Marco Pérez Jiménez y éramos pequeños cuando cayó la misma. Al contrario de mucha gente que lo rodea y que no se atreven a contradecirlo, yo no tengo razones para caer en tontas adulaciones.La revolución del siglo XXI no me ha dado nada. No tengo nada que perder a estas alturas de mi vida.

El 20 de Febrero del año 1998, usted muy gentilmente me llamó a mi casa a las 9:15 de la noche, pero lamentablemente, en ese preciso momento me estaba duchando, y más nunca pudimos hacer nuevamente un contacto telefónico.Estuve en el Proyecto Bolívar 2000 y en su campaña electoral de 1998 con los comandantes William Fariñas y Wilmar Castro Soteldo.

Asistí a algunas reuniones sociales y pequeñas en el Fuerte Tiuna hace 10 años, en las cuáles yo era la única dama. Y siempre que me veía aunque no se recordara de mi nombre, me saludaba con deferencia de las tantas veces que me veía, al igual que Jackeline Farías, quien al igual que yo estudió en el Colegio Madre Emilia, ubicado en Los Dos Caminos del Municipio Sucre, Estado Miranda.

En la presente fecha, como trabajadora de la extinta desaparecida Gobernación del Distrito Federal hoy Alcaldía Metropolitana de Caracas, no sé si mi Jefe como máxima autoridad laboral es Jackeline o Ledezma. ¡Ya todo me dá igual!.

Al igual que miles de trabajadores, lo que nos rodea es la incertidumbre y la tristeza, de tantos golpes morales, emocionales y laborales nos han dado en los últimos 10 años a los trabajadores que venimos de la Gobernación de Caracas.

Yo lo único que sé es que ni a Alfredo Peña, ni a Juan Barreto, los escogí para que empobrecieran a miles de trabajadores de la hoy "esquelética y anoréxica Alcaldía Metropolitana", ni los escogí para que mal gerenciaran al Distrito Metropolitano de Caracas, ventana de Venezuela hacia el mundo, y que lamentablemente es una vergüenza desde que cualquier ángulo que la miremos con objetividad.


Yo me permito recordarle, que estas malas decisiones fueron suyas y de más nadie.En verdad, equivocarse dos veces seguidos es ¡demasiado!, a pesar que algunas personas cercanas a usted se atrevieron aconsejarle que no lanzara como candidatos a la la Alcaldía Metropolitana de Caracas ni a Peña ni a Barreto.



Nunca vislumbró que estaba en juego el factor humano de miles trabajadores y el rostro de la ciudad que vió nacer y crecer a nuestro Libertador Simón Bolívar lo que dá es !pena ajena!.



No analizó políticamente hace 10 años, que la decisión más importante de todo su Gabinete era escoger a un Gerente-Gerente, honesto y con calidad humana para la Alcaldía Metropolitana de Caracas, que en su momento era una pequeña versión del Palacio de Miraflores: Salud, Seguridad, Bomberos, Defensa Civil, Policía Metropolitana de Caracas y Educación.



Para esta posición necesitaba a un José Gregorio Vielma Mora que tuvo en el SENIAT o a la misma Jackeline Farías que estuvo gerenciando muy bien Hidrocapital por varios años sin tanto tinte político como hoy día, incluso creo que Jesse Chacón como gerente lo pudo haber hecho bien, porque el personal común y corriente que trabajó con él en Conatel y en el Ministerio de Justicia dicen que es un hombre organizado y de agenda. Y que los procedimientos administrativos internos salían según él lo planificaba.

En lo personal, sus decisiones poíticas con respecto al cambio de Gobernación del Distrito Federal para Alcaldía Metropolitana, y ahora otro cambio más, me han afectado directamente mi vida laboral, familiar, mi derecho a ir al mercado cuando debo o comprar medicinas cuando en mi casa las necesitan. Me han restado salud física y tranquilidad emocional.

Lamentablemente, sus decisiones equivocadas me han traído muchas lágrimas, insomnio y a veces no me han permitido levantarme de la cama de lo mal que me he sentido. Y en la última asamblea de trabajadores de la Alcaldía Metropolitana de Caracas, realizada el pasado jueves 3 de septiembre en el Teatro Chacaito, descubrí que la mayoría de mujeres trabajadoras de esa institución "ANORÉXICA", se han sentido igual de mal como mi persona desde hace 9 años, por tantos atropellos que hemos tenido que soportar.

Por razones de justicia social y laboral, aspiro estar 11 meses más en la Alcaldía de Ledezma o de Jackeline e irme jubilada con una modestísima pensión y contar "fantaseosamente" con mis prestaciones sociales en la mano.

Presidente Chávez, estoy agotada de tantos sinsabores y maltratos laborales en la Venezuela del Siglo XXI. No quiero nunca más trabajarle al Estado. ¡Estoy arrepentida de haberlo hecho!.¡Cuántos años perdidos!.

En este país, estamos muy lejos de un Estado que lo primero que le preocupe sea la felicidad del pueblo. Sólo son felices Oliver Stone y Sean Penn, porque la de éllos es una vida glamorosa , en la cual no hay cabida para el miedo diario a una bala perdida en un sector popular de Caracas, ni de ser atracados en cualquier avenida o calle de mi país, y luego ser ruleteados en una cadena de hospitales públicos.


Hoy mi estimado Presidente Chávez, es un mal día en que siento... ¡NO PUEDO MÁS! y rezo: Ayúdame Dios mío aguantar esta tempestad que tiene casi una década, dándome tumbos y fuertes golpes en un barco sin rumbo, conjuntamente con miles trabajadores de la extinta Gobernación del Distrito Federal. Hoy invoco el Salmo 46. Hasta muy pronto.


Salmos 46 -Dios es nuestro amparo y fortaleza (Salmo de los hijos de Coré).

1 Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar;

3 Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah

4 Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, El santuario de las moradas del Altísimo.

5 Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana.

6 Bramaron las naciones, titubearon los reinos; Dio él su voz, se derritió la tierra.

7 Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

8 Venid, ved las obras de Jehová, Que ha puesto asolamientos en la tierra.

9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra. Que quiebra el arco, corta la lanza, Y quema los carros en el fuego.

10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.

11. Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah.

*Este salmo nos anima: I. A hallar consuelo en Dios cuando el horizonte aparece oscuro y amenazador (vv. 1-5).

*Paula Giraud/ Ciudadana y Periodista (UCV), funcionaria de la Alcaldía de Ledezma o de Jackeline Farías(Todavía no lo sé). Unidad de Educación y Patrimonio, Secretaría de Cultura. Nro Nómina 1301
CNP 3804/ Email: paulagiraud@gmail.com

1 comentario:

  1. EXCELENTE ESCRITO...Acabo de obtener mi bachillerato en periodismo, sé que todavía debo aprender muchísimas cosas, pero realmente me gusta su forma de escribir. Y CLARO ESTA, NECESITAMOS GRITAR POR AQUELLOS QUE NO LO PUEDEN HACER...Mi correo es christyqs20@gmail.com, mantengamos contacto...Bendiciones...

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